Antes de crearse el Virreinato del Río de la Plata, el Apostadero Naval de Montevideo (1776) representaba la máxima autoridad española en la región. El lugar se transformó entonces en un Departamento Naval de Ultramar que tenía jurisdicción sobre el Río de la Plata, las Islas Malvinas, las Aguas Atlánticas, Tierra del Fuego, Estrecho de Magallanes, la ruta al Cabo de Hornos, y sobre todas las tierras e islas por descubrir. El Apostadero funcionó hasta 1814.
Entre 1789 y 1795 se llevó a cabo la expedición de Malaspina, integrada por las corbetas españolas Descubierta y Atrevida, al mando respectivamente de los Capitanes de Navío y Fragata don Alejandro Malaspina y don José Bustamante y Guerra. Realizó estudios hidrográficos en las costas del Río de la Plata hasta el estrecho de Magallanes. En enero de 1794, la Atrevida fue el primer buque en navegar entre los hielos australes, alcanzando los 54 grados de latitud Sur.
En pleno auge de la explotación ballenera y foquera, el puerto fue la base de operaciones de muchos de los barcos que operaban en el Atlántico Sur, particularmente vinculados a la Ruta de las Malvinas y a las explotaciones de las Islas Shetland del Sur.
En 1904 el uruguayo Luciano H. Valette, trabajando para el Ministerio de Agricultura de Argentina, integró la dotación del Destacamento Naval Orcadas, en la isla Laurie de las Islas Orcadas del Sur, formando parte del equipo fundador de esa base argentina.
En marzo de 1910, con su buque ¿Pour quoi pas?, Charcot llegó a Montevideo en busca de apoyo para reparaciones. Agradecido, dejó en la Antártida dos topónimos en homenaje a dos uruguayos: un islote al sur de la Isla Peterman que recuerda a Hamlet Bazzano, Director del Observatorio Nacional, y una caleta en la costa sureste de la Ensenada Martel, en la Isla Rey Jorge, en honor de Antonio Lussich.
Sir Ernest Shackleton, famoso explorador irlandés, intentaba realizar el primer cruce del continente antártico, cuando en 1916 su buque quedó atrapado en la Isla Elefante entre los hielos del Mar de Weddell. En estas circunstancias, desde Montevideo se lanzó una expedición. Cinco años más tarde Shackleton falleció a bordo del Quest cuando se encontraba en Georgia del Sur. Sus restos llegaron a Montevideo el 29 de enero y al día siguiente fueron embalsamados en el Hospital Militar. El 15 de febrero, luego de rendírsele los honores correspondientes, fueron llevados nuevamente a Georgia del Sur, para su descanso eterno en aquellas tierras que fueron el motivo de su vida.
En 1928 se prepara desde Montevideo la Wilkins-Heart Antarctic Expedition, primer viaje de estudios antárticos combinando medios marítimos y aeronáuticos de la historia. En esta expedición se concretó el primer vuelo de un avión en la Antártida.
En 1956 se crea la Primera Comisión Nacional, dependiendo del Ministerio de RREE, para asesorar al gobierno respecto a los derechos que le podrían corresponder en la Antártida.
En el marco del Año Geofísico Internacional, en 1958 los uruguayos Hugo Rocha (periodista) y Antonio Caruso (fotógrafo) visitaron bases argentinas, chilenas e inglesas, y publicaron un extenso reportaje acompañado de documentos gráficos en el Suplemento Familiar del diario El Día.
En 1962 el Prof. Julio César Musso edita el primer número de la Revista Antártida Uruguaya, y en 1964 la Inspección General de la Fuerza Aérea Uruguaya nombra una comisión para estudiar la factibilidad de un vuelo al Polo Sur.
El 9 de enero de 1968 un grupo de particulares funda el Instituto Antártico Uruguayo, presidido por el Prof. Musso, quien edita su libro Antártida Uruguaya.
En abril de 1970 tiene lugar la primera Convención Nacional para estudiar el acceso al conocimiento de las actividades antárticas. El Poder Ejecutivo crea la Comisión de Estudios Antárticos, que funcionará bajo la órbita de Cancillería.
En 1973, por Resolución de la Junta de Comandantes en Jefe se crea el Comando Antártico Conjunto, el que realiza un estudio para establecer la Misión y Objetivos de Uruguay en la Antártida. Dos años más tarde el Instituto Antártico Uruguayo pasa a depender del Ministerio de Defensa Nacional (MDN).
El 11 de enero de 1980 Uruguay es aceptado como miembro adherente del Tratado Antártico. Ese año, numerosos científicos comienzan a participar de actividades en las bases de otros países ya instalados en la Antártida.
En enero de 1982 dos marinos uruguayos hacen flamear el Pabellón Nacional en la Base Admundsen - Scott. Y un año después, dentro de los preparativos para instalar una base permanente, un equipo de uruguayos participa en las operaciones de la base aérea Marsh de Chile, en la Isla Rey Jorge (Shetland del Sur).
El 28 de enero de 1984 arriba a la Isla Rey Jorge la primera misión aérea uruguaya con científicos y personal logístico para iniciar la construcción de la primera base. El coronel Omar Porciúncula fue el fundador de la Base Artigas el 22 de diciembre. El 7 de octubre de 1985 Uruguay es aceptado como miembro Consultivo del Tratado Antártico.
El 29 de junio de 1987 Uruguay ingresa como miembro asociado al SCAR (Comité Científico de Investigaciones Antárticas), siendo aceptado como miembro pleno el 12 de setiembre. El 27 de noviembre de 1990, el buque de la Armada Nacional ROU 24 Pedro Campbell arriba al continente blanco.
Desde 1994 un meteorólogo uruguayo participa en las investigaciones científicas en la estación Patriot Hill, ubicada en los 80 grados Latidud S y los 80 grados longitud W.
Desde el 26 de agosto de 1996 Uruguay integra la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, con voz y voto, lo que le da derecho a la explotación de una cuota de pesca de las especies que se determinan en la Convención.
El 22 de diciembre de 1997 se inauguró la segunda base uruguaya, en la península Antártica. La misma está destinada a complementar los estudios científicos que ya se realizaban y servir como base para nuevos estudios.