miércoles, 23 de noviembre de 2011

Conferencia de prensa en el Auditorio Adela Reta

Equipo empleado en la Antártida
Este miércoles 23 el Ministro de Educación y Cultura Ricardo Ehrlich, los integrantes del Consejo Directivo del Sodre Fernando Butazzoni, María Pollak y Alberto Scavarelli, el titular de la Dirección General para Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Embajador Lic. Alberto Guani, y el Presidente del Instituto Antártico Uruguayo Contralmirante Manuel Burgos, brindaron una conferencia de prensa en el hall del Auditorio Nacional Adela Reta, en la que ofrecieron detalles del viaje a la Antártida que el Conjunto de Música de Cámara del Sodre realizará durante el mes de diciembre.
Conjunto de Cámara del Sodre
En la ocasión se efectuó una llamada telefónica al teniente coronel Longino Sosa, jefe de la Base Antártica Uruguaya, quien manifiestamente emocionado recalcó el carácter inédito de este viaje y la expectativa que ha creado no solo en la base uruguaya sino en otras cercanas, cuyo personal destacado se apronta para asistir a los dos conciertos que el Conjunto ofrecerá en el “continente blanco”. La delegación será encabezada por la vicepresidenta del Sodre María Pollak, e integrada por el coordinador del Conjunto de Cámara, Juan Pedro Barbat, sus músicos Víctor Szilagyi, Juan Cannavó, Gerardo Moreira y Julián Bello, los músicos invitados Gian Di Piramo y Germán Álvarez, y José Oliba, camarógrafo de Presidencia de la República, y tiene previsto partir hacia la ciudad chilena de Punta Arenas el próximo 3 de diciembre, y desde allí volar hasta la Base Científica Antártica Artigas.
El programa de los conciertos está compuesto por obras de Schubert, Vivaldi, Bocherini, Elbio Rodríguez Barilari, César Cortinas, Eduardo Fabini, Gerardo Moreira, Ástor Piazzolla, Violeta Parra, Carlos Gardel, Ruben Juárez y Gerardo Matos Rodríguez. La visita coincide con los festejos del Bicentenario, los cien años de la llegada del hombre a ese continente, los cincuenta años de la firma del Tratado Antártico y los veinticinco años de la Base Antártica Uruguaya.

Dr. Alberto Scavarelli,
Embajador Alberto Guani,
Embajador Néstor Alejandro Rosa
y Sr. Fernando Butazzoni



Ministro de Educación y Cultura Ricardo Ehrlich


Director General para Asuntos Culturales
del Ministerio de Relaciones Exteriores,
Embajador Lic. Alberto Guani
Presidente del Instituto Antártico Uruguayo
Contralmirante Manuel Burgos

Consejero del Sodre
Dr. Alberto Scavarelli
Presidente del Consejo Directivo
del Sodre Fernando Butazzoni
Vicepresidenta del Consejo Directivo
del Sodre María Pollak

jueves, 10 de noviembre de 2011

¿Por qué en la Antártida?



Porque en el Sodre consideramos que la cultura artística es parte sustancial de la vida de la sociedad. Porque sabemos que el esfuerzo vale la pena. Porque queremos participar en la construcción de nuevos paradigmas de intercambio y comprensión entre todos los pueblos de la Tierra. Porque los desafíos deben ser razones institucionales para el crecimiento y la superación. Porque los uruguayos estamos presentes en la Antártida desde hace mucho tiempo y ya es hora de llevar nuestra música hasta aquellos confines. Porque el planeta necesita música y gestos de buena vecindad donde quiera que sea. Porque el arte verdadero no conoce fronteras ni adversidades geográficas. Porque nunca antes se organizó una expedición de este tipo, y queremos ser los primeros en lograrlo. Y porque tenemos un formidable grupo de músicos, técnicos y funcionarios capaces de planificar, organizar y realizar un concierto en el territorio antártico, más allá de la última frontera.

Fernando Butazzoni
Presidente del Consejo Directivo del SODRE

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Territorio antártico, diciembre de 2011

En ocasión de conmemorarse el Año del Bicentenario, en los primeros días de diciembre de 2011 el Conjunto de Música de Cámara del Sodre ofrecerá un concierto en el territorio antártico, siendo esta la primera vez en la historia del continente blanco que se realizará una actividad de estas características.

El Concierto del Bicentenario se llevará a cabo en la base antártica uruguaya "General Artigas" la cual se encuentra en la Isla Rey Jorge.
El Conjunto de Música de Cámara del Sodre llegará al pequeño caserío de la base desde la ciudad de Punta Arenas, en el extremo sur del territorio continental chileno, ubicada a 2.840 kilómetros de Santiago. Lo hará en un avión Hércules de la Fuerza Aérea, deberá recorrer 1.200 kilómetros hasta la península de Fildes.

La delegación oficial uruguaya, que es encabezada por María Pollak, Vicepresidente del Sodre, estará integrada también por el coordinador del Conjunto de Cámara, Juan Pedro Barbat, sus integrantes Víctor Szilagyi, Juan Cannavó, Gerardo Moreira, Julián Bello, los músicos invitados Gian Di Piramo y Germán Álvarez, y José Oliba, responsable de la producción audiovisual.

Por invitación de las autoridades chilenas, el Conjunto de Música de Cámara del Sodre también brindará un concierto en territorio chileno, en la ciudad de Punta Arenas. Estos conciertos forman parte de los festejos uruguayos del Bicentenario, y recuerdan los cien años de la llegada del hombre a la Antártida, los cincuenta años de la firma del Tratado Antártico y los veinticinco años de la Base Antártica Uruguaya.

Concierto por el Bicentenario, territorio antártico

Programa

1. Franz Schubert (Austria 1797-1828)
del Quinteto para piano y cuerdas en La mayor Op. 114, D. 667, La Trucha, 4º  mov. Tema con variaciones  (Andantino-Allegreto en Re mayor)

2. Antonio Vivaldi (Italia 1678-1741)
Concierto para cuerdas en Sol mayor RV 151, “alla rustica”

3. Luigi Boccherini (Italia 1743-1805)
del Quinteto en Mi mayor Op. 11, Nº 5, 3er. mov. Minuetto (en La mayor)

4. Elbio Rodríguez Barilari (Uruguay 1953)
Tango para Beethoven

5. César Cortinas (Uruguay 1892-1918)
Poema

6. Eduardo Fabini (Uruguay 1882-1950)
Sarandí en la corriente

7. Gerardo Moreira (Uruguay 1954)
Candombinés  (candombe)

8. Astor Piazzola (Argentina 1921-1992)
de la ópera María de Buenos Aires, Fuga y Misterio

9. Anónimo ruso
(según un vals de Florian Hermann con arreglos de S. Gerdel, (Ochi Chërnye) (Ojos Negros)

10. Violeta Parra (Chile 1917-1967)
Gracias a la vida

11. Astor Piazzola (Argentina 1921-1992)
Balada para un loco (tango)

12. Gerardo Moreira (Uruguay 1954)
El último combate (milonga ciudadana)

13. Carlos Gardel (Uruguay 1890-1935)
Por una cabeza (tango)

14. Gerardo Matos Rodríguez (Uruguay 1897-1948)
La Cumparsita (tango)

Los compositores

Franz Schubert
Lo medular en la producción de Schubert es la canción, porque ella es la base de su producción sinfónica y de cámara. Alguien apodó al maestro, con justa razón, “el rey del lied” (canción), porque compuso más de quinientas de estas piezas y allí está su grandeza: en las formas breves, logrando maravillosamente el poder de la síntesis. En principio La trucha fue una de sus más difundidas canciones para voz y piano sobre poema de Schubert. Pasado el tiempo compone un quinteto para piano y cuerdas sin segundo violín pero agregando el contrabajo, algo inusual para la época. La obra tiene cinco movimientos y el cuarto se basa en un tema con variaciones sobre la melodía de La trucha, por la cual pasa a ser el título del quinteto.


Antonio Vivaldi
El crítico musical uruguayo Dr. Julio Novoa escribía: “La  música de Vivaldi es siempre joven, como La Primavera de Botticelli; al igual que aquellas mujeres, luce grávida de felicidad. Esa nítida, perfecta belleza, tiene una difícil sencillez, desesperante de apresar. Esta gloria sonora y transparente luce actualmente inteligible a todos.” Fantástico violinista, prolífico compositor, maestro de música, pelirrojo y asmático, Vivaldi es una cumbre dentro de la cordillera de genios del Barroco italiano que actuaron con preferencia en Venecia, Nápoles y Roma en el filo de los siglos XVII y XVIII. Venecia y Vivaldi constituyen un tema aparte, narrado magistralmente por el escritor y musicólogo cubano Alejo Carpentier en su novela Concierto Barroco. Su producción musical es vastísima, no quedando ninguna forma sin abordar por il prete rosso: óperas, música religiosa, de cámara y sobre todo conciertos en todas sus modalidades que llegan a más de quinientos y que le valieron la crítica ácida de Igor Stravinsky al declarar que era la misma obra tocada de quinientas formas distintas. En el breve Concerto alla rustica, para cuerdas, Vivaldi se inspira en los marcados ritmos campesinos de su época.


Luigi Boccherini
Famoso cellista y compositor que, tras recorrer varios países europeos, se estableció finalmente en España, poniéndose al servicio de la nobleza. Tiene en su haber un nutrido catálogo de composiciones en el que figuran 124 quintetos de cuerdas, 90 cuartetos de cuerdas, 48 tríos para distintas integraciones, 21 sonatas para cello y piano, 28 sinfonías y 11 conciertos para cello y orquesta. Es famosa su Música nocturna de Madrid, el Quinteto Nº 4 llamado Fandango y el minuetto del quinteto Nº 5, brillantemente utilizado en el filme de Alexander Mackendrick El quinteto de la muerte. Las obras de Boccherini pertenecen al estilo galante, intermedio entre el Barroco y el Clasicismo, con sus graciosas y delicadas melodías al estilo Rococó.


Elbio Rodríguez Barilari 
Desde 1998 está radicado en EEUU, donde es profesor en la Universidad de Illinois (Chicago), Director Artístico de Latino Music Festival y presenta un programa de radio por WFMT 98.7 dedicado a la música de América Latina. En Chicago tiene su propia banda de jazz y colabora con músicos como Paquito D’Rivera, Danilo Pérez y Orbert Davis. Con respecto a Tango para Beethoven, el autor sostiene que “A menudo, cuando escucho a Beethoven, me digo: esto suena a tango. También suele pasarme con ciertas obras de otros compositores románticos, como Schumann, Liszt o Brahms. Lo que ocurre es que nuestra música ciudadana es, mayormente, música romántica con sus propios yeites tangueros. Durante un largo tiempo pensé qué pasaría si combinaba a Beethoven y al tango. Ésta es la pieza más ‘mayor’ por decirlo de alguna manera, que he compuesto en mi vida. Constituye un allegro sonata en Sol mayor con breves transiciones, a la Beethoven, a una tonalidad menor, como ocurre en la sección de milonga.” Esta versión para sexteto, orquestada por Gerardo Moreira, fue estrenada hace dos años en Chicago.


César Cortinas
Nació en la ciudad de San José. Niño precoz, tenía gran facilidad para ejecutar de oído cualquier melodía. Al ser elegido su padre diputado por San José, la familia se traslada a Montevideo, comenzando en 1905 su formación musical con Carlos Giucci, director del Conservatorio Franz Liszt. En 1909 hace su primer viaje a Europa para perfeccionarse en la Real Academia Musical de Berlín que dirigía Max Bruch. Allí contrae tuberculosis. Internado en un sanatorio, es dado de alta en 1911. Se traslada a París y luego a Bruselas, para proseguir sus estudios. Regresa a Montevideo. En 1912 se le concede otra beca y vuelve a Bruselas, pero la primera guerra lo hace retornar. En el 17 recrudece su problema pulmonar, trasladándose a Córdoba para un tratamiento. Muere allí en un accidente mientras realizaba un paseo a caballo. Para los pocos años vividos dejó un número elevado de composiciones que se suman a la corriente post romántica y que abarcan gran cantidad de música de cámara instrumental y vocal, música religiosa, óperas, poemas líricos, etc. Dentro de la música de cámara se destaca Poema para quinteto (cuarteto de cuerdas y piano), obra ampliamente difundida por el Conjunto de Música de Cámara del Sodre. Es una de sus últimas composiciones y por su carácter expresivo y melancólico se supone que refleja su estado anímico ante su mortal enfermedad.


Eduardo Fabini
Nació en Solís de Mataojo, Lavalleja, el 18 de mayo de 1882 y falleció el 17 de mayo de 1950. Es sin lugar a dudas el máximo representante del nacionalismo uruguayo y el compositor que nos representa en el extranjero. “Pienso que la música campera debe explotarse con cariño. Hay mucho en ella. Todo está en saber desarrollar sus temas, un tanto monótonos cuando los oímos en el campo y que son, no obstante, muy buenos”, decía Fabini. Desde niño comienza su formación musical A los cuatro años su juguete predilecto era el acordeón. A los seis inicia sus estudios de violín con su hermano mayor, que luego continuaría en Montevideo en el Conservatorio La Lira. A los 17 años viajó a Bruselas, donde afianza su formación. Campo y La isla de los ceibos, dos de sus composiciones más conocidas, fueron grabadas por primera vez por la Filarmónica de Nueva York. Sarandí en la corriente fue compuesta en 1911 y estrenada en 1969 en su versión original para piano por Hugo Balzo en el teatro Blanca Podestá. La trascripción para el Conjunto de Cámara del Sodre pertenece a Gerardo Moreira, realizada en ocasión del homenaje al compositor en su ciudad natal en el presente año. 


Astor Piazzolla
Compositor y bandoneonista renovador del tango rioplatense, incursionó con felicidad en diversas variantes dentro de la música ciudadana. Entre 1939 y 1945 estudia armonía y composición con Alberto Ginastera, al tiempo que se desempeñaba como músico y arreglador de Aníbal Troilo. Su producción es considerable: tangos instrumentales y con texto, música para películas, la operita María de Buenos Aires a la que pertenecen Fuga y Misterio (instrumentales), partituras de cámara y para orquesta sinfónica (conciertos, rapsodias, pequeñas sinfonías, suites de tangos, movimientos sinfónicos, etc.). Algunos ciclos (Las Estaciones, Serie del Ángel, etc.), han alcanzado merecida fama, casi comparable a la del legendario Adiós Nonino y a la Balada para un Loco, sobre poema de Horacio Ferrer. En 1955 forma el Octeto Buenos Aires, que marcó un hito de avanzada en la ejecución y estética del tango. Su presentación en Montevideo constituyó una revelación. A principios del 60 crea el Quinteto Nuevo Tango (bandoneón, violín, piano, guitarra, contrabajo), realizando giras y grabando varios discos y en 1965 reúne un Nuevo Octeto incluyendo flauta y percusión. Sus composiciones no están dentro de la música académica, sino que son el enriquecimiento del tango con formas académicas y del jazz.


Violeta Parra
Cantautora, pintora, escultora, bordadora, ceramista y folclorista, considerada la más importante de Chile. Su trabajo sirvió de inspiración para los artistas de generaciones posteriores que continuaron con su investigación folclórica, rescatando de la extinción las músicas del interior chileno en particular y de América en general. Sus composiciones con hondo contenido musical, poético y político-social, triunfaron en todo el mundo.


Carlos Gardel
Además de ser una de las voces más importantes en  el tango rioplatense, el Morocho del Abasto o el Zorzal Criollo, como fue apodado, logró que Europa, EEUU y América Latina se pusieran a sus pies. Su muerte hizo forjar un mito que se acrecienta en el presente. A pesar de su controvertido origen, su estampa, su voz y su manera de decir el texto de las canciones, influyó sobre los artistas posteriores. En 1996 la UNESCO declaró a su voz Patrimonio de la Humanidad. Poseyó un timbre y una afinación perfectos que llevó al colectivo popular a decir que “cada día canta mejor” o “la voz que venció al olvido”. Como compositor poseía una veta melódica verdaderamente envidiable que hace que sus tangos sean arreglados para distintas formaciones instrumentales por músicos profesionales del primer nivel.


Gerardo Hernán Matos Rodríguez 
Pianista, periodista y compositor de tangos y canciones criollas. Sus amigos lo llamaban Becho. Su padre era propietario del cabaret Moulin Rouge. Estudió arquitectura en la Facultad de Matemáticas y pasó a la historia por componer una marcha estudiantil o comparsa, creada en el piano de la Federación de Estudiantes del Uruguay, que sería con el tiempo uno de los tangos más famosos del mundo: La Cumparsita, considerado el Himno de los Tangos. Vivió también en Buenos Aires y en París y posteriormente desempeñó tareas diplomáticas como cónsul uruguayo en Alemania. En 1931 colaboró en la musicalización de la película Luces de Buenos Aires con Carlos Gardel como protagonista. Compuso música para piezas teatrales en Buenos Aires y más tarde en Montevideo dirigió fugazmente su propia orquesta típica. Fue integrante de la Troupe Ateniense junto a Víctor Soliño, Ramón Loro Collazo, su hermano Juan Antonio y los hermanos Raúl y Roberto Fontaina. Compuso más de setenta piezas, muchas editadas en partitura y alrededor de cuarenta en discos.

Los músicos

Gerardo Moreira
Estudió música con su abuelo, Mario Belardi y violoncello con Saverio Loiacono y José Bragato. En 1971 integra la OSPA y luego la OSSODRE, la OFM, Orquesta del Argentino de La Plata, Filarmónica de Buenos Aires y Sinfónica Municipal de Caracas. Desarrolla actividad en música de cámara y es docente en cello. Prepara óperas y ballets para la Fundación Teresa Carreño. Forma el Quinteto Promenade y la Orquesta de Cámara Ensamble Punta del Este. Dirige las óperas María de Buenos Aires, Evita y Jesucristo Super Star. Ha estado al frente de la OSSODRE, OFM y OSPA. En 2000 ganó el concurso para integrar el Conjunto de Música de Cámara del Sodre. Como compositor, ha incursionado en obras para teatro, sinfónicas y de cámara. Candombinés fue concebido para el espectáculo Tierra de Tango (2005). “Para su creación me baso fundamentalmente en el ritmo básico del estilo, presentado por el contrabajo, ingresando armónicamente los demás ritmos por otros instrumentos, para llegar a un final en donde, representados por instrumentos de cuerda y piano, aparece en su esplendor toda la fuerza de los tamboriles.” El candombe está dedicado a su esposa, Inés Camou.


Germán Álvarez           
Estudia con Juan C. Baeza, contrabajista de la OFM, en 2003. Ingresó a la Escuela Municipal de Música de Montevideo en 2005, estudiando con Juan José Aldado. En 2006 y 2007 participa en los cursos y festivales de invierno de Vale Beneto a cargo de  Milton Masciardi. En 2008 participa en un taller de música ciudadana de Horacio Romo, bandoneonísta y director artístico del Sexteto Mayor. En 2007 integra la Orquesta Juvenil del MEC y en 2008 forma parte del cuarteto Tangamente, e interviene en el trío Brun-Etchebarne-Álvarez. En 2009 ingresa a la Orquesta Juvenil de Tango Destaoriya. Actualmente es contrabajista de los tríos de Luis Etchebarne y Sin Palabras, de los cuartetos Tangamente y Buena Praxis. Forma parte del Quinteto Tango Mayor y del sexteto Taconeando. Incursiona en el jazz integrando el Ensamble de Jazz Gitano y la big band La Montevideana. Es invitado en 2011 por el Conjunto de Música de Cámara del Sodre.


Gian di Piramo
Nacido en Montevideo, estudió con  Miguel Szilagyi en Uruguay y con Sergio Prieto en Chile. Se perfeccionó con Alan Kovaks y fue becado en dos oportunidades por el Centro Cultural de Música para estudiar con Gerard Caussé. Recibió clases de Yuval Gotlivovich en Barcelona. Se inició como profesional en la OSSODRE e integró el Cuarteto Anglo junto a Fernando Hasaj, Victor Addiego y Esteban Prentki. En Chile fue primer viola de la Orquesta del Ministerio de Educación y de la Sinfónica de Chile. En España, integró la Sinfónica de Tenerife alcanzando el puesto de solista. Integró el Cuarteto Lewit de Checoslovaquia. En la actualidad, integra la OSSODRE como solista alterno y la OFM como ayudante de solista. Actuó junto a  Jean Pierre Rampal, Vicente Sarzo, Cristina García Banegas y Jorge Rissi, e integró agrupaciones con Federico Nathan y Roberto Martínez del Puerto. En 2010 participó de la gira sudamericana del Ensemble Musica Angelica. Vinculado a la música popular, grabó y participó en espectáculos junto a La Vela Puerca, No Te Va a Gustar y Rubén Olivera. Es docente de cuerdas de la Orquesta Sinfónica Infantil del Banco República. Fue catedrático de viola en el Conservatorio de Santa Cruz de Tenerife. Inició a jóvenes en el estudio de violín y viola a través del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles del Uruguay, con la cual colabora desde hace 15 años.


Juan Sebastián Cannavó
Comienza sus estudios de violín a los cinco años con la profesora Olga Chernyshova en Ecuador y  luego los continúa con Miguel Szilagyi en Montevideo. En 2002 obtiene una beca del gobierno de Hungría para estudiar por un año con Kovásc Judith en Budapest. Entre 2007 y 2009 se perfecciona en París con Ariane Grajon y Christophe Roi en violín y música de cámara en el CRD de Evry. En 1998 ingresa a la OSSODRE y en 1999 a la OFM. A partir de 2010 se desempeña como segundo violín del Conjunto de Música de Cámara del Sodre. En 2004 actúa como solista con la OSSODRE en su temporada de conciertos, como con otros conjuntos en Uruguay y Francia. Ha participado en festivales en el exterior, entre los que destacamos el Festival de Invierno Luis Arroba Martins de Campos do Jordao, Brasil, y el Festival de Música Contemporánea de La Habana. También ha intervenido en master clases de los maestros Hagai Shagai, Marco Rizzi, Felix Ayo, Elizabeth Blumenstock, Manfredo Kraemer y Robert Pascal entre otros.


Julián Bello 
Nació en España. Comenzó sus estudios con Águeda Lizarralde. En 1967 se perfeccionó con Hugo Balzo y Fanny Ingold. En 1969 obtuvo Categoría A en la Asociación Elianne Richepin y Primer Premio en el Concurso de Piano organizado por JJMM, obteniendo una beca a Francia, al tiempo que  es considerado Revelación del Año en nuestro país. A su regreso fue invitado a Valparaíso y Santiago de Chile como solista de la Orquesta Sinfónica de dicho país. En 1982 concursa en Pretoria (Sudáfrica), resultando semifinalista. Participa en el Concurso Internacional de Piano Ciudad de Montevideo obteniendo el Tercer Premio, que le permite usufructuar dos becas de estudios (EEUU y Francia). En 1987 incursiona en música de cámara formando un trío que participa en un concurso en la ciudad de Colmar, Francia. En 1989 el trío es invitado para tocar en el Teatro Colón, obteniendo importantes críticas. Se desempeñó como profesor de piano y solfeo en el Conservatorio Falleri-Balzo. Actuó como solista con la OSSODRE, OFM, Orquesta de la Universidad de Chile, etc. En la actualidad es pianista del Conjunto de Música de Cámara del Sodre, de la OFM y de la Cátedra de Dirección Orquestal de la EUM.


Víctor Szilagyi
Integró la fila de primeros violines de la  OSSODRE y en la actualidad es Primer Violín del Conjunto de Música de Cámara del Sodre, además de integrar la OFM, el Cuarteto Arte y el Trío Montevideo. Su actividad es vasta como solista y recitalista. Nacido en Montevideo, comienza a estudiar violín a los diez años con su padre, el profesor Miguel Szilagyi, en la Escuela Municipal de Música. En los concursos anuales de selección organizados por JJMM de Uruguay y por la Asociación de Estudiantes de Música obtuvo Categoría A. En 1979 ingresa mediante concurso a la OSSODRE y posteriormente a la Sinfónica Municipal (hoy Filarmónica de Montevideo). Actuó como solista con las mencionadas orquestas y también con la Orquesta Nacional de Cámara y con las Sinfónicas de Santa Fe y Paraná (Argentina). Dentro de la música de cámara su actividad ha sido variada, integrando ocasionalmente grupos con los que realizó giras por el interior del país. Es de destacar su actuación en el Salón Dorado del Teatro Colón de Buenos Aires en 1986.

Historia del Uruguay en la Antártida

Antes de crearse el Virreinato del Río de la Plata, el Apostadero Naval de Montevideo (1776) representaba la máxima autoridad española en la región. El lugar se transformó entonces en un Departamento Naval de Ultramar que tenía jurisdicción sobre el Río de la Plata, las Islas Malvinas, las Aguas Atlánticas, Tierra del Fuego, Estrecho de Magallanes, la ruta al Cabo de Hornos, y sobre todas las tierras e islas por descubrir. El Apostadero funcionó hasta 1814.

Entre 1789 y 1795 se llevó a cabo la expedición de Malaspina, integrada por las corbetas españolas Descubierta y Atrevida, al mando respectivamente de los Capitanes de Navío y Fragata don Alejandro Malaspina y don José Bustamante y Guerra. Realizó estudios hidrográficos en las costas del Río de la Plata hasta el estrecho de Magallanes. En enero de 1794, la Atrevida fue el primer buque en navegar entre los hielos australes, alcanzando los 54 grados de latitud Sur.

En pleno auge de la explotación ballenera y foquera, el puerto fue la base de operaciones de muchos de los barcos que operaban en el Atlántico Sur, particularmente vinculados a la Ruta de las Malvinas y a las explotaciones de las Islas Shetland del Sur.

En 1904 el uruguayo Luciano H. Valette, trabajando para el Ministerio de Agricultura de Argentina, integró la dotación del Destacamento Naval Orcadas, en la isla Laurie de las Islas Orcadas del Sur, formando parte del equipo fundador de esa base argentina.  

En marzo de 1910, con su buque ¿Pour quoi pas?, Charcot llegó a Montevideo en busca de apoyo para reparaciones. Agradecido, dejó en la Antártida dos topónimos en homenaje a dos uruguayos: un islote al sur de la Isla Peterman que recuerda a Hamlet Bazzano, Director del Observatorio Nacional, y una caleta en la costa sureste de la Ensenada Martel, en la Isla Rey Jorge, en honor de Antonio Lussich.

Sir Ernest Shackleton, famoso explorador irlandés, intentaba realizar el primer cruce del continente antártico, cuando en 1916 su buque quedó atrapado en la Isla Elefante entre los hielos del Mar de Weddell. En estas circunstancias, desde Montevideo se lanzó una expedición. Cinco años más tarde Shackleton falleció a bordo del Quest cuando se encontraba en Georgia del Sur. Sus restos llegaron a Montevideo el 29 de enero y al día siguiente fueron embalsamados en el Hospital Militar. El 15 de febrero, luego de rendírsele los honores correspondientes, fueron llevados nuevamente a Georgia del Sur, para su descanso eterno en aquellas tierras que fueron el motivo de su vida.   

En 1928 se prepara desde Montevideo la Wilkins-Heart Antarctic Expedition, primer viaje de estudios antárticos combinando medios marítimos y aeronáuticos de la historia. En esta expedición se concretó el primer vuelo de un avión en la Antártida. 

En 1956 se crea la Primera Comisión Nacional, dependiendo del Ministerio de RREE, para asesorar al gobierno respecto a los derechos que le podrían corresponder en la Antártida.

En el marco del Año Geofísico Internacional, en 1958 los uruguayos Hugo Rocha (periodista) y Antonio Caruso (fotógrafo) visitaron bases argentinas, chilenas e inglesas, y publicaron un extenso reportaje acompañado de documentos gráficos en el Suplemento Familiar del diario El Día. 

En 1962 el Prof. Julio César Musso edita el primer número de la Revista Antártida Uruguaya, y en 1964 la Inspección General de la Fuerza Aérea Uruguaya nombra una comisión para estudiar la factibilidad de un vuelo al Polo Sur.

El 9 de enero de 1968 un grupo de particulares funda el Instituto Antártico Uruguayo, presidido por el Prof. Musso, quien edita su libro Antártida Uruguaya.

En abril de 1970 tiene lugar la primera Convención Nacional para estudiar el acceso al conocimiento de las actividades antárticas. El Poder Ejecutivo crea la Comisión de Estudios Antárticos, que funcionará bajo la órbita de Cancillería.

En 1973, por Resolución de la Junta de Comandantes en Jefe se crea el Comando Antártico Conjunto, el que realiza un estudio para establecer la Misión y Objetivos de Uruguay en la Antártida. Dos años más tarde el Instituto Antártico Uruguayo pasa a depender del Ministerio de Defensa Nacional (MDN).  

El 11 de enero de 1980 Uruguay es aceptado como miembro adherente del Tratado Antártico. Ese año, numerosos científicos comienzan a participar de actividades en las bases de otros países ya instalados en la Antártida. 

En enero de 1982 dos marinos uruguayos hacen flamear el Pabellón Nacional en la Base Admundsen - Scott. Y un año después, dentro de los preparativos para instalar una base permanente, un equipo de uruguayos participa en las operaciones de la base aérea Marsh de Chile, en la Isla Rey Jorge (Shetland del Sur).

El 28 de enero de 1984 arriba a la Isla Rey Jorge la primera misión aérea uruguaya con científicos y personal logístico para iniciar la construcción de la primera base. El coronel Omar Porciúncula fue el fundador de la Base Artigas el 22 de diciembre. El 7 de octubre de 1985 Uruguay es aceptado como miembro Consultivo del Tratado Antártico.

El 29 de junio de 1987 Uruguay ingresa como miembro asociado al SCAR (Comité Científico de Investigaciones Antárticas), siendo aceptado como miembro pleno el 12 de setiembre. El 27 de noviembre de 1990, el buque de la Armada Nacional ROU 24 Pedro Campbell arriba al continente blanco.

Desde 1994 un meteorólogo uruguayo participa en las investigaciones científicas en la estación Patriot Hill, ubicada en los 80 grados Latidud S y los 80 grados longitud W.

Desde el 26 de agosto de 1996 Uruguay integra la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, con voz y voto, lo que le da derecho a la explotación de una cuota de pesca de las especies que se determinan en la Convención.  

El 22 de diciembre de 1997 se inauguró la segunda base uruguaya, en la península Antártica. La misma está destinada a complementar los estudios científicos que ya se realizaban y servir como base para nuevos estudios.

Base Científica Antártica Artigas

Con una altitud de 17 metros sobre el nivel del mar, la Base Científica Antártica Artigas (BCAA) es la designación oficial de la base permanente que Uruguay tiene en la Antártida, fundada el 22 de diciembre de 1984 en la Isla Rey Jorge, Shetland del Sur. Comúnmente se la identifica como Base Artigas.

La BCAA depende del Instituto Antártico Uruguayo y está ubicada en la Isla Rey Jorge, que forma parte del Archipiélago de las Shetland del Sur a unos 100 kilómetros de la Península Antártica y a 3.012 kilómetros de la ciudad de Montevideo y a 3.104 kilómetros del Polo Sur. La base opera todo el año, con una dotación de ocho personas en invierno, pudiendo alojar hasta sesenta personas en verano.

Desde 1985 mantiene operando ininterrumpidamente una estación meteorológica que forma parte de la red meteorológica mundial. Durante el verano, equipos de investigadores participan de actividades científicas relacionadas con estudios de glaciología, paleontología, mareas oceánicas, la vida animal, la psicología del hombre antártico y otros proyectos.

La Antártida

Pingüino Barbijo
La Antártida tiene durante el verano una superficie total de 14 millones de km², siendo el cuarto continente más grande después de Asia, América y África. En invierno el mar adyacente se congela, dando lugar a una banquisa, y su superficie aumenta hasta los 30 millones de km2. Esta característica le ha valido el nombre de “Continente Pulsante”. 

Tiene forma prácticamente circular, con un diámetro de 4.500 kilómetros y una población que oscila entre los mil y los cuatro mil habitantes según las estaciones del año. Es el continente más alto del planeta, con un promedio de dos mil metros sobre el nivel del mar. Se divide en Antártida Occidental o Menor y Antártida Oriental o Mayor. La Occidental tiene islas que son una prolongación de la cordillera de los Andes (Cordillera Antartandes).

Pingüino Emperador
A pesar de ser el continente con el promedio de humedad más bajo del planeta, y el de temperatura promedio también más baja, guarda casi el 80% del agua dulce de la Tierra. En pleno verano (enero) los días tienen luz casi las 24 horas. Las horas en que el sol está más próximo al horizonte son llamadas noches blancas, mientras que durante el extenso invierno los días permanecen en una prolongada penumbra. 

El continente, sobre el cual se encuentra el Polo Sur, está formado por la gran masa helada y además por varias islas dentro de su perímetro, al sur del paralelo 60°S, entre ellas las llamadas Georgias del Sur y Sandwich del Sur (cercanas al continente americano), Bouvet, Heard y McDonald.

Albatros
Varios montes sobresalen del paisaje, entre ellos el Macizo Vinson, con 4.900 metros sobre el nivel del mar, siendo el punto más alto del continente. También es destacable el monte Erebus, un volcán situado en isla de Ross con una altura de 3.794 msnm.

Parte de la Antártida se encuentra cubierta por un gigantesco indlandsis; el espesor promedio del hielo es de 2.500 metros; el máximo espesor registrado es de 4.776 metros, casi 5 kilómetros de hielo sobre la estructura rocosa. En promedio el inlandsis tiene una extensión de 22 millones de km², lo cual supone el 90% de los hielos superficiales existentes y el 70% del agua dulce del planeta.

Cormorán Imperial
La palabra ártico proviene de un vocablo griego que significa “de la osa”, en referencia a la constelación boreal Osa Menor, en la que se encuentra la Estrella Polar, que señala al Polo Norte, mientras que antártico quiere decir “opuesto a la osa”, aludiendo al Polo Sur. Quien primero utilizó el nombre Antarctica para denominar al nuevo continente fue el cartógrafo escocés John George Bartholome en 1890.

El Polo Sur de Inaccesibilidad se ubica relativamente cerca del Polo Sur geográfico. Este es el más inaccesible de todos los del planeta. A una altura de 3.718 msnm, en sus adyacencias se ha ubicado la base rusa Vostok, donde el 21 de julio de 1983 se registró la temperatura más baja registrada en la superficie de la Tierra, -89,3 °C. También se han registrado los vientos más intensos de la superficie terrestre: 327 km/h, en julio de 1972, en la estación científica francesa Dumont d'Urville.

Se ha verificado la existencia de yacimientos de carbón, pero las condiciones climáticas, la gruesa capa de hielo y las restricciones del Tratado Antártico (en 1990 se acordó prohibir la explotación minera por 50 años) mantienen muy limitadas las prospecciones. También se especula que existen yacimientos de petróleo e importantes yacimientos de otros minerales (hierro, oro, etc.).

Menos del 3% del continente antártico se halla libre de hielos durante la época más cálida del verano austral (enero). Sin embargo, debido al calentamiento global, la Antártida pierde unos 152 km³ de hielo/año, lo que supone un aumento del nivel del mar de unos 0,4 milímetros. Mapas satelitales de la NASA indican que el calentamiento global en el período 1998-2008 ha acelerado un 75% el deshielo del continente. 

Foca cangrejera
Existe poca vegetación, y de formas muy simples, como algas, musgos y líquenes. Sin embargo la zona costera septentrional de la Península Antártica y las Antillas del Sur poseen dos plantas autóctonas: el clavel y el pasto antártico. Entre las bacterias llaman la atención las extremófilas capaces de resistir altos niveles de radiación.

La fauna es muy escasa, pero en el océano abunda en el verano. El leopardo marino, las focas de Weddell y los pingüinos son algunos ejemplos. Llaman la atención peces adaptados a vivir bajo el 0° C, como las especies de bacalao antártico. Las aguas que rodean a la Antártida son el hábitat del mayor de los animales conocidos de todas las épocas: la ballena azul, y también del mayor de los invertebrados, el calamar colosal, que puede llegar a pesar unos 500 kilos y tener una longitud de más de 15 metros.

El aumento de solo 1° C debido al calentamiento global amenaza con provocar un importante y brusco cambio del ecosistema, con la irrupción de especies depredadoras que hasta hace poco se mantenían alejadas por el frío. Ya se observa la irrupción de cangrejos y más esporádicamente tiburones.

Entre las aves se encuentran las skúas, rapaces pertenecientes a dos especies: el escúa pardo y el escúa antártico, ambos depredadores de peces y de otras aves como los petreles. También se puede encontrar especies como el cormorán antártico, petreles como el petrel gigante y el blanco, albatros, la gaviota dominicana antártica, el gaviotín antártico y la paloma antártica.

Petrel gigante
Las demás especies sólo ocupan la zona costera a veces en forma de grandes colonias, pero migran en el invierno. Algunas son pinnípedos como el lobo marino antártico, el leopardo marino, la foca de Weddell, la foca cangrejera y la foca de Ross; aves voladoras y no voladoras como los pingüinos de barbijo, el de vincha o papúa antártico, y el de ojo blanco o de Adelia. El único representante de la fauna que pasa el invierno sobre el hielo es el mayor de los pingüinos, el emperador, cuyos machos permanecen incubando los huevos puestos por las hembras, que vuelven al océano.

Entre las especies que viven en el Océano Antártico, destaca el krill, un pequeño crustáceo de 4 centímetros de longitud, base de la cadena ecológica antártica y la fuente alimenticia original de casi todas las demás especies.

Según algunos historiadores, el holandés Dirk Gerritsz fue posiblemente el primero que vio superficie antártica al navegar al sur del mar de Hoces en el área de las islas Shetland del Sur en 1599. Mejor documentado es el descubrimiento de las islas Georgias del Sur por el comerciante londinense Antony de la Roché.

El foquero inglés William Smith fue el primero en descubrir tierra al sur del paralelo 60º S: en 1819 avistó la extremidad nordestal de la isla Livingston, punta Williams; descubrió la isla Desolación y desembarcó en la isla Rey Jorge tomando posesión de ella en nombre del Reino Unido. Entre 1839 y 1843 el capitán James Clark Ross comandó una expedición británica. Ross cartografió buena parte de la costa antártica. En 1900, el Reino Unido volvió a enviar una expedición conocida por el nombre del navío, el Discovery, alcanzando el punto más meridional que ningún hombre había alcanzado hasta la fecha, la latitud 82º17'.

En 1910 dos expediciones se dirigieron a la Antártida con el mismo objetivo, alcanzar el Polo Sur. Una de ellas era noruega, comandada por Roald Amundsen. La otra, británica, fue comandada por el capitán Scott. En el verano austral de 1911 ambas expediciones se dirigieron al Polo. Amundsen utilizó como fuerza motriz perros groenlandeses. Scott, en cambio, utilizó ponis para una primera etapa y la fuerza humana en la segunda. Amundsen alcanzó el Polo Sur el 14 de diciembre de 1911; Scott lo hizo el 17-18 de enero de 1912. Mientras los noruegos no tuvieron mayores complicaciones, los cinco expedicionarios británicos murieron en la travesía de regreso.

El primer nacimiento en el continente fue el del argentino Emilio Marcos Palma el 7 de enero de 1978 en el Fortín Sargento Cabral, base antártica Esperanza. Por lo tanto, es el primer humano nacido en un continente del cual existen registros documentados, estando así registrado en el Libro Guinness de Récords.

El Tratado Antártico fue firmado el 1 de diciembre de 1959 en Washington y entró en vigencia el 23 de junio de 1961. Establece el marco legal para la gestión de la Antártida, y su ejecución se administra a través de reuniones consultivas (bianuales hasta 1991, anuales desde entonces).

A raíz del Tratado Antártico prácticamente todas las actividades humanas (exceptuando un limitado turismo y una limitada pesca) se reducen a la investigación científica, centrada principalmente en la meteorología y climatología, aunque el abanico de ciencias se ha ampliado.